miércoles, 14 de septiembre de 2011

Lo relativo de las distancias.

No es novedad: lo relativo impera por sobretodas las cosas. Lo absoluto quedó relegado al siglo pasado, hasta que Einstein nos acercó al nuevo término. No hay nada incuestionable, no hay nada que SEA sin que podamos pensar antes que NO ES, y entonces no podemos asegurar ni el aire que respiramos...


Y hoy, empiezo por poner en duda una de esas cosas que creemos absolutas: La Distancia.


Los metros y los kilómetros no nos dicen realmente qué tan cerca o lejos estamos. Estar junto a alguien puede ser la distancia más grande que hay con la otra persona, y lo mismo puede pasar al revés... Quién guía entonces la verdad? Dónde está el cartel que indica los kilómetros REALES que nos separan?

Los autos son cada vez más rápidos para llegar "antes" a cualquier lugar.. pero realmente llegamos?

Los medios han perdido por knock out la guerra contra los fines. El camino ha cedido lugar a los destinos. Cada vez pensamos menos en ir, y VOLVER es una mala palabra.


Por contraparte, pienso: si cada vez nos alejamos más, es porque a algún lugar nos estamos acercando, no?

Si estar junto a alguien no nos asegura estar Cerca, estar a muchos kilómetros (reales) no significa que estemos Lejos. Estamos tan contaminados por la vorágine y las imágenes, que ni siquiera sabemos dónde estamos...

Si cerramos los ojos, nos podemos dar cuenta qué cosas tenemos cerca, y cuales lejos... Porque ahí bien al fondo, no rigen ni el tiempo ni el lugar, y cualquier cosa puede estar al alcance de la mano.